Las autoridades del Zoológico de Thoiry, en Francia, confirmaron esta semana el asesinato de uno de sus rinocerontes blancos a manos de cazadores furtivos que le cortaron uno de sus cuernos. La pieza de marfil se paga unos 50 mil euros en el mercado negro.

El director del zoológico, Thierry Duguet, reveló que los cazadores se infiltraron en el hábitat de los rinocerontes el domingo a la noche y le dispararon a Vince, un macho de cuatro años que vivía en el parque desde noviembre de 2015, informó el sitio Le Parisien.

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El personal del parque descubrió el asesinato y desde Facebook confirmaron que los otros dos rinocerontes, Gracie, de 37 años, y Bruno, de 5, “se escaparon de la masacre y están sanos y salvos”.

La cacería furtiva es moneda corriente en África, el continente de origen de los rinocerontes, pero el episodio resultó inusual para una ciudad a 40 kilómetros de París y produjo un gran revuelo a nivel nacional.

La ministra de Medio Ambiente, Ségolène Royal, pidió que se prohíba el comercio de marfil en todo el mundo, no sólo en Francia.