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La investigación policial y judicial por el crimen de Mariana Domínguez durante los primeros minutos de la Navidad está en sus primeros pasos pero los avances han sido de importancia en la complicada tarea de buscar un autor: además de testimonios y el pedido de amigos y familiares de la víctima para que se entregue ante las autoridades quien apretó el gatillo de un arma de fuego a modo de “festejo” disparando al aire, los pesquisas sumaron como prueba destacada el proyectil que se extrajo del cuerpo durante la necropsia. El mismo será analizado para determinar si está apto para cotejo en Balística. Prima facie, se encontraría “casi intacto y sin deformaciones”.

No sólo se determinó que la bala perdida que dio en la nunca de la joven diseñadora gráfica mientras se encontraba con su familia en su domicilio de calle Picheuta de Villa Hipódromo es calibre 9 milímetros, sino que en los próximos días se realizará una reconstrucción en la escena para intentar potenciar una “teoría” que más se ajuste a lo que estiman sobre la zona de donde pudo haber sido disparado.

Por estas horas, el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello no tiene claro el sector donde fue accionada la pistola (el calibre permite determinar que no fue un revólver) y por eso recomendaron que profesionales realicen una reconstrucción en la propiedad para tener en claro la ubicación donde quedó cuerpo luego del impacto en la cabeza y analizar una de las pruebas más importantes que tiene la  causa, el orificio que encontró Policía Científica en una media sombra ubicada en el patio del domicilio.

La conclusión se adjuntará al resultado de la necropsia para luego hacer un análisis general de la prueba, que confirmó que la víctima presentaba un orificio de entrada sin salida en occipital izquierdo posterior.

Investigadores con años de experiencia contaron a El Sol que el plomo que mató a Domínguez puede haber sido accionado en una distancia no mayor a “300 o 400 metros”.

Es por eso que los detectives buscan tener en claro el radio de acción (es decir, el máximo alcance o eficacia que pudo tener el disparo) para luego profundizar la búsqueda del homicida en la zona. No es una tarea sencilla y las esperanzas de encontrarlo son muy bajas.

El objetivo es achicar lo más posible las posibilidades para después consultar a vecinos o encontrar posibles testigos que puedan haber observado o escuchado alguna detonación de arma en el barrio y el horario en que la joven de 28 resultó herida.

El caso de la bala perdida en Godoy Cruz

Minutos antes de las 2, Mariana Domínguez se encontraba con su familia charlando en la sobremesa después de brindar a las 0 por la Navidad. En un momento, dijo que iba a buscar algo para refrescarse y se desplomó. Los presentes no entendían qué pasaba. Vieron que sangraba por oídos y nariz y decidieron llevarla a toda velocidad hasta el Hospital Del Carmen, ubicado hacia el sur de donde se encontraban.

En el nosocomio de calle Jaquín V. González los médicos de guardia diagnosticaron que presentaba en un balazo en la nuca y decidieron su traslado al Hospital Central. El estado de la víctima era desesperante. En el edificio de calle Alem, la joven quedó internada en Terapia Intensiva con muerte cerebral.

Doce horas después, falleció. Previamente, el fiscal Pirrello y Científica habían trabajado en el teatro del hecho para terminar de cerrar la hipótesis.

Este martes, los padres, su hermano y el novio de Domínguez le dieron el último adiós y exigieron justicia. Los amigos y allegados se sumaron a la cruzada de pedir por la captura del autor del disparo. La causa es investigada como homicidio doloso.